
Cloración salina vs. Cloración tradicional
Durante muchos años, la forma más común de mantener el agua de las piscinas ha sido mediante el uso de cloro y otros productos químicos. Si bien es cierto que estos desinfectantes funcionan muy bien para prevenir infecciones y la proliferación de bacterias y hongos, también pueden causar molestias a los usuarios de la piscina, como irritación en la piel y los ojos, además de olores desagradables.
¿Cuáles son los beneficios de la cloración salina frente al cloro tradicional?
La cloración salina ofrece una serie de ventajas que la cloración tradicional no tiene:
- Cuida el medio ambiente: Hoy en día, proteger el planeta es una necesidad que todos debemos asumir. La cloración salina es un proceso natural que no requiere la adición de productos químicos para lograr una correcta desinfección del agua.

- Electrólisis salina: El proceso convierte la sal común en un desinfectante eficaz, lo que evita la compra y aplicación constante de productos desinfectantes.
- Equipos con procesos automatizados: Una gran ventaja de los equipos de cloración salina es que los procesos de desinfección están automatizados. Funciones como la regulación del pH del agua, la detección de temperatura, el encendido y pausa del equipo… son procesos automáticos en nuestro QUICKSALT.
- Mantenimiento sencillo: Las piscinas con sistema de cloración salina suelen ser más fáciles de mantener. Esto se debe a que no es necesario comprar ni añadir cloro al agua. De hecho, las piscinas con agua salada son más estables gracias a la automatización del proceso de desinfección.
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