El clorador salino
protagonista y tendencia
en el cuidado de piscinas

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Clorador salino como tendencia en el cuidado de piscinas

La tecnología del clorador salino está transformando el mundo del cuidado de piscinas. El sistema de electrólisis salina, que convierte la sal en cloro activo, no solo es efectivo y fácil de usar, sino que también mejora la calidad del agua de la piscina y es más respetuoso con el medio ambiente que los métodos convencionales de cloración del agua para piscinas.

Un aspecto destacado de esta tecnología es su eficiencia energética. El clorador salino de bajo consumo eléctrico QuickSalt es una elección cada vez más popular para los propietarios de piscinas conscientes de la energía. Tiene un consumo de 263W, lo que lo sitúa como líder en eficiencia energética. Utiliza menos electricidad que los sistemas tradicionales mientras mantiene la calidad del agua a un nivel óptimo.

 

Además de su eficiencia energética, la instalación de un clorador salino es generalmente más sencilla que la de otros sistemas, por lo que pueden ser operados con éxito incluso por aquellos con poca experiencia en el cuidado de piscinas.

 

Uno de los beneficios más notables de la cloración salina es su carácter sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Los cloradores salinos reducen la demanda de cloro producido industrialmente, disminuyendo así la producción y disposición de químicos nocivos. Al generar cloro activo a partir de sal, estos sistemas representan un enfoque de cloración de agua para piscinas mucho más verde y sostenible.  QuickSalt está preparado para trabajar con agua de mar si se desea, una ventaja extraordinaria para el problema de escasez de agua que estamos viviendo.

Además, el agua tratada con un clorador salino es más suave para la piel y los ojos, ofreciendo una calidad de agua superior. Gracias a los niveles más bajos pero igualmente efectivos de cloro, los usuarios pueden disfrutar de una experiencia de natación más cómoda y saludable.

Los beneficios del clorador salino son innegables. Su eficiencia, facilidad de uso, mejora de la calidad del agua y compromiso con la sostenibilidad lo convierten en una tendencia de cuidado de piscinas que está aquí para quedarse.